Señor
sana mi cuerpo, alma y mente, recorre mi Sistema Nervioso y dame la paz y
tranquilidad que tanto merezco. Ayúdame a sentirte y a sentir tu gran poder recorriendo todo mi Ser, purificando y aquietando mi acelerado corazón.
Comprendo a todo aquellos que difieren de mi pensamiento y los dejo fluir, solo
sugiero mas no busco imponer mi voluntad pues tengo el tiempo a favor que
muestra toda la verdad y toda la falsedad, mas no me lleno de ira ni de
impotencia.
Lo que observo en mi entorno es para realizar la misión de vida que
tengo, enérgica y llena de vida, de amor y de sabiduría.
Hoy sano mi cuerpo,
sano mi espíritu y soy tu prolongación.
Gracias Padre, porque estoy convencido
de que soy uno contigo y lo llevo a todos los rincones que me encuentro, en
toda mi estadía en este mundo de experiencia.
Así sea.
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