Glorioso
Dios padre, Jesucristo amado y poderoso espíritu santo, me derrumbo ante
ustedes pues no encuentro salida de esta situación que me agobia y me resulta
tan difícil resolver.
Solicito
de
rodillas y profundamente arrepentido de mis errores, de la compasión de sus
corazones, de su profundo amor y de un poco más de la luz que siempre nos es
enviada como guía, ya que he perdido el camino y sin su ayuda no podré regresar
a el.
¡Oh benditos Padre, Hijo y Espíritu Santo!, quiten de mis ojos la venda que me impide ver la solución, pues se que no hay nada que no pueda lograr su misericordia infinita.
Humildemente
les
pido, me den la gracia de superar esta tan difícil situación por la que
atraviesa mi alma y que este tropiezo sea motivo de mayor devoción hacia
ustedes.
Mi cuerpo,
mente y alma, seguirá incondicionalmente sus designios, aunque no siempre los
comprenda, me abrazo a ustedes con el fervor y confianza con que Jesucristo
acepto el misterio del dolor en su vida y confío en que mi plegaria tendrá
pronta solución.
Hágase
su
divina voluntad.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario