Jesús, desde que pasaste por este mundo teniendo la
paciencia como vestidura y distintivo, es ella la Reina de las virtudes y la
perla más preciosa de tu corona.
Dame la gracia de aceptar con Paz, la esencial gratitud de Dios y las emergencias imprevisibles de la naturaleza.
Acepto con Paz la marcha lenta y ondulante de la oración. Y el hecho de que el camino para la santidad sea tan largo y difícil.
Acepto
con paz las contrariedades de la vida, las incomprensiones de mis hermanos, las
enfermedades y la misma muerte.
Acepto
con paz el hecho de querer tanto y poder tan poco, y que , con grandes
esfuerzos, he de conseguir pequeños resultados.
Acepto
con paz la ley del pecado, dejando en tus manos lo que debería haber sido y no
fui, lo que debería haber hecho y no hice.
Acepto
con paz toda impotencia Humana que circunda y me limita , la precariedad , la
transitoriedad , la mediocridad y el fracaso, la soledad y la muerte.
A
cambio de toda esta entrega, dame la paz que necesito Señor.
Amén.
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