Dios,
amado Padre, Te
doy
gracias por todas tus bendiciones, así como también te agradezco, que hayas
enviado a tu hijo Jesús, a interceder por nosotros y liberarnos de
nuestros pecados.
Me
presento hoy ante ti,
arrepentido de
las malas decisiones que he tomado, las mismas que ahora me atormentan, y que
no me permiten alcanzar la serenidad necesaria, para vivir
de manera digna, disfrutando
de la
magnificencia de tu creación.
iOh ¡
glorioso Señor, se que
soy el único culpable de las angustias que me aquejan, ya que
nos brindaste el poder de la libre decisión, y fui
yo el que no supo como usarlo, cometiendo errores que
afectaron tanto a mis hermanos, como a mi mismo.
Te
pido con todas las fuerzas que me quedan, que me ayudes a superar esta situación, que me
guíes para encontrar la respuesta, para lograr
perdonarme a mi mismo, ya que mi alma no encuentra la paz.
Dios
misericordioso, sana
también
el espíritu de mis hermanos, a los cuales herí con mis equivocadas actitudes,
libérame de la
culpa almacenada en mi interior,
pues aunque
tarde, he
comprendido
mis grandes errores.
Concédeme
la gracia de ver con claridad, el camino adecuado para poder al fin
salir, del
laberinto
plagado de malos
pensamientos, en el
que el maligno me convenció de entrar.
Protégeme,
Padre
celestial, de mi mismo
y despierta
en mi ser, un poco de tu divino don del perdón, para que
desde ahora, sea capaz de aplicarlo, tanto en mis semejantes como en mi
persona.
Vengo
totalmente comprometido, a no repetir los errores que
hoy me
atan, a un
sufrimiento y arrepentimiento constantes, y a seguir esta
vez tus designios
y no
los de las tentaciones de la oscuridad.
Socórreme en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
Amén.
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