iOh grandioso
padre!,
Símbolo de
perfección y equilibrio, me dirijo hoy a ti primero para agradecerte,
por el
maravilloso don de la vida,
y para
solicitar tu sagrada asistencia.
Ayúdame
Dios bendito, a
lograr
eliminar todo exceso en mi interior, pues causan daños en mis semejantes y en mi
mismo, y
equilibra
así la balanza de mi ser.
Cierra
las puertas de mi corazón a toda opresión, a la
soberbia, la prepotencia y al sentimiento de superioridad, que me
han invadido y contaminado, hasta hacerme
pensar que son lo mejor para mi.
Destruye
en mi los lazos negativos, que me impiden la trascendencia, hacia
el
camino que me conduce a ti, y al respeto y reconocimiento de mis
hermanos.
Lima
las asperezas de mi alma, para que los prejuicios y la falta de
tolerancia, no
puedan seguir
creciendo en ella.
Asísteme generoso creador, en esta
difícil situación, que
se me
ha salido
de control,
pues sin
ser ésa la intención, he lastimado.
Permíteme
ver al fin con claridad, pues he estado cegado por mucho tiempo, creyendo
por
influencia del maligno, que el egoísmo, la prepotencia y la
vanidad, son
la
dirección correcta al bienestar.
Sáname
Señor con tu infinito amor, impulsa mi ser hacia el entendimiento, hacia
la
felicidad, el respeto y la igualdad, para no
volver a herir jamás, a ninguna persona ni ser vivo.
Amén.
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