Padre
nuestro,
que estás en los cielos, escucha a tu hijo que te ama con fervor, me dirijo
hoy a ti para pedirte por mi padre, ése grandioso hombre fuerte de voluntad y corazón, y proveedor de las necesidades de su
familia.
Te
pido hoy que le conserves la salud física y mental, devuélvele
todo
el bien que me ha brindado, no permitas que le falte nunca el alimento
de cada día, ni
el
vestido y el calzado necesario para su diario andar, al igual
que nunca olvides vestir su alma con tu amor, protección y bondad, así como
un techo digno para poder descansar.
Concédele
tanto sobre la tierra como en el cielo, la felicidad que se encuentra en servirte y amarte,
en disfrutar
y vivir la vida y no solo sobrevivirla, en ver la hermosa creación de la que nos
permites ser parte, así
como
también la virtud de ver por su propio bienestar, y no
sólo por el de su familia, como lo ha hecho a lo largo de nuestras vidas.
Dios
de infinita sabiduría, haz posible que toda persona al alrededor de
mi padre, note
y
reconozca su trabajo, determinación,
generosidad, y esfuerzo, y no traten de aprovecharse de él, como lo
han hecho en el pasado.
Otórgale
tus infinitas bendiciones a (se dice el nombre completo de nuestro
padre), y
dame
a mi los medios para hacerle saber el gran orgullo que siento al poder llamarlo
papá, para demostrarle
el inmenso amor que siento por él, y para poder apoyarlo siempre y en
cualquier situación.
Aleja
de él las carencias, el dolor, la angustia, la incertidumbre, a las personas y
entidades negativas, en su lugar, cólmalo de amor, seguridad,
estabilidad, prosperidad y paz interior, para que así mi padre pueda disfrutar de la
vida terrenal, y
de
tus grandiosas bendiciones cada hora, minuto y segundo.
No
permitas que carezca en ningún momento de sustento, trabajo, amor y
salud, dale
la
oportunidad de mantener hasta el día que decidas llevarlo a tu lado, la lucidez,
fortaleza física y mental, además de la vitalidad para poder realizar sus
actividades por si mismo.
Te
prometo que nunca lo abandonare, y estaré a su lado de cuerpo presente cada
que tenga oportunidad, con mi pensamiento en todo momento, y con
mi alma cuando tengamos que dormir.
Te lo
pido Dios misericordioso, con toda mi fuerza espiritual, e inmensamente agradecido contigo, por el regalo tan hermoso que fue, es y
será, haber
conocido,
tener en mi vida y poder ser hijo (a) de (se dice el nombre completo de nuestro
padre), la
grandiosa
persona que elegiste para ser mi papá.
Amén
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