Señor,
Padre mío, tú que eres el
dueño de la vida,
ya que nos concedes
la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu
reino de luz cuando consideras nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no
antes ni tampoco después,
sino cuando tu sabiamente sabes que debe de ser.
Hoy
me presento ante ti con
gran humildad
y seguro
que mi plegaria
será escuchada,
para
implorar por el alma de (decimos
el nombre completa de nuestro querido difunto) a quien has llamado a descansar a tu
lado.
Elevo
a ti
esta oración, oh Padre
mío, porque
solo tú eres paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre
celestial,
por favor permite el descanso en el paraíso del alma de quien ya abandonó este
plano terrenal y ha emprendido un viaje al cielo prometido.
Tú, que
eres un Dios de amor y perdón, por favor exime las faltas que esta persona
puedo haber cometido y concédele la gracia de la vida eterna.
Te
pido también señor, por aquellos que hoy lloran la partida de un ser querido. A
ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender lo que
está pasando, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles…
Inteligencia
para
comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo
con amor y valentía para que puedan reponerse de la tristeza y continúen
adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te
agradezco padre santo, por escuchar mi clamor, que con tanto fervor elevo hacia
tus oídos, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al
alma de quien ya no se encuentra con nosotros …
Y seas
tú guiando los pasos y cada una de las decisiones de quienes, como yo,
continuamos disfrutando del regalo más maravilloso que nos has entregado…
el
maravilloso regalo de la vida.
Que así sea, Así se haga y Así será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario