Niño
San
Fidencio, con toda humildad me acerco a ti, para que con tu noble intercesión
hagas que los
espíritus malévolos que se
acercan a mí se retiren, para
que los
espíritus de luz
y
bondad vengan hacia mí, y así
mi vida sea colmada de santas bendiciones.
Amoroso
Niño Fidencio,
sé que tú
perdonarás mis errores, y me hallarás digno
de recibir
este gran milagro,
pues el poder que el Santo Padre te ha otorgado, lo mereces totalmente por el
gran amor y bondad que inunda tu corazón.
Hermoso
y Santo Niño Fidencio, en ti deposito toda mi esperanza y fe, pues se que puedes
retirarme esos espíritus malignos con facilidad, ya que tu divina pureza logra
ahuyentar cualquier mal por fuerte que este sea, y podrás hacer que alcance la libertad que mi ser necesita.
Amado
Niño Fidencio,
consérvame sano y puro en
mente, cuerpo y alma, para que estos espíritus del mal no me sigan mas, y pueda
dejar de preocuparme por su presencia, y así por fin disfrutar de la vida
siguiendo los designios de Dios.
Dame,
Niño Santo,
la paz
espiritual que tanto ansío, abre mis ojos
para distinguir la maldad y alejarme de ella, que tus amorosos brazos me
rodeen siempre protegiéndome de los espíritus malignos, y la luz de tu interior
me muestre la bondad para poder acercarme a ella.
Querido
niño Fidencio, te ruego que des favorable despacho a mi petición, y a cambio te
prometo continuar con mi gran fe en ti y en Dios nuestro Señor, además de
difundir su mensaje de amor en toda oportunidad.
Amén.
Creo en ti mi niño santo ayudame a salir de esta situacion
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