Oh
amoroso y bendito niño Jesús!, príncipe de la paz en el cielo y la
tierra, hoy
me
dirijo a ti con rebosante fe, a solicitar tus bondades y bendiciones.
Pues eres portador de infinitos favores y milagros, y tan solo con hablarte y nombrarte con humildad, nos muestras tu generosidad y misericordia, nos acoges en tus tiernos y amorosos brazos, para concedernos lo que necesitemos, y aliviar nuestras penas, desdichas y quebrantos.
Hermoso
niño Jesús, que nos acercas al Padre eterno, gracias por brindarnos tanto
amor, gracias
por
haber venido a la tierra a salvarnos, gracias por bendecirnos con tu presencia, y traernos
tu luz para alumbrar nuestra oscuridad.
Te
entrego mi vida y todas mis acciones, y te pido que seas mi escudo, mi
guardián y mi compañía, aleja de mi toda perturbación, así como
también todo lo que me lastima y me impide ser feliz.
Te
ruego que me encuentres digno de recibir, la paz y estabilidad financiera que tanto
necesito en mi vida, pido
tu ayuda
adorado niño Jesús, para
salir
de este tormento económico, por tu dulzura e infinita piedad y compasión.
Dame tu auxilio niño santo, protégeme, ampárame y alivia las privaciones, deudas, y carencias que me rodean, aleja todo lo malo e injusto que me impide avanzar, permanece a mi lado, pues tu presencia me brinda seguridad.
Te ruego bondadoso niño Jesús, que colmes mi vida y la de mis seres amados, de suerte y de tus bendiciones, permite que la prosperidad, fortuna y bienestar se abran paso hacia nuestros caminos, al igual que se abran las oportunidades que nos conduzcan al éxito, la abundancia y la solidez económica.
Te lo pido niño divino, lleno de humildad y confianza, en que me dirigirás a un futuro lleno de alegrías, alejado de las angustias y penas que ahora me envuelven, y me mantienen en una profunda oscuridad y preocupación.
Dulce
y grandioso niño Jesús, confío en la grandeza de tu generoso
corazón, que
me
alienta a continuar con tus enseñanzas y a imitar tus virtudes, en que
darás pronta y favorable solución a mis peticiones.
Encuéntrame digno de tu perdón, por el daño que he causado, por mis equivocaciones y faltas, fortalece la humildad y fuerza de voluntad en mi, para tomar de ahora en adelante las decisiones correctas.
Amén
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