Santísima
Virgen
de
los desamparados, que ayudas a los inocentes, mártires y olvidados,
humildemente me dirijo a ti en ésta ocasión, para pedir
tu benevolencia e intercesión
ante
Dios, para los
que se encuentran en situaciones difíciles, sin nadie a su lado que los consuele.
Ayúdalos amada Virgen, pues tristemente son demasiados, aquellos que sufren de soledad y abandono de la sociedad, por enfermedades, malformaciones, discapacidades, edad avanzada o simple desdén, se la luz que les muestre a sus almas la generosidad divina que hay en ti y en Dios nuestro Señor.
Permite que conozcan más allá de la miseria, de el hambre, el desprecio y la indiferencia, en muchas ocasiones prostituyendo su cuerpo, su mente y su alma, sumergiéndose en la oscuridad y sucumbiendo a las tentaciones del maligno, el cual disfruta de su hundimiento y miseria interna.
Ten compasión de todos ellos, divina Virgen del desamparo, y muéstrales que a pesar de todas las adversidades, sufrimiento y carencias, que el mismo hijo de Dios sufrió en su estancia en la tierra, hay esperanza, además de un camino a la felicidad y estabilidad, que se oculta entre la niebla que crean el diablo y sus demonios.
Permite que se den cuenta que en su camino hay más que vicios, malas costumbres y malos tratos, que hay un presente y un futuro diferente y próspero, y bríndales la fuerza de voluntad necesaria para realizar un cambio en sus vidas.
Te
pido también Santa Virgen, que los protejas de las inclemencias del
tiempo, de
las
enfermedades, de la discriminación y maltrato, así como
también de todo aquel que pretenda o pueda dañarlos en cualquier sentido.
Envía
preciosa Virgen, a muchas almas generosas a que les tiendan la mano, para que así
tengan un apoyo terrenal para salir del abismo en el que se encuentran, y guíalos
a una vida llena de tu salvación.
Amén.
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