ORACIÓN CONTRA DEMONIOS – SAN MIGUEL ARCANGEL | ESOTERISMO AYUDA ESPIRITUAL

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…Amén. 

Gran y glorioso príncipe de los ejércitos celestiales, San Miguel Arcángel, defiéndenos, porque la lucha para la que solicitamos tu asistencia, no es contra la carne y sangre de un cuerpo terrenal, sino contra los poderes mundanos de las tinieblas y los espíritus de maldad. 

Ven amado Arcángel, asiste a los que creemos en el poder divino, pues nuestro Padre nos ha redimido de la tiranía del demonio, pagando con el enorme dolor de su hijo Jesucristo, y por ello el maligno continúa intentando contaminar nuestro ser.

Expulsa San Miguel Arcángel de nuestros cuerpos, mentes y  hogares, a todo ser demoníaco, que sin el permiso del Señor, ha ingresado a éste plano e intenta tomar nuestra tranquilidad y salud, física, mental y espiritual. 

Que los espíritus malignos, los poderes satánicos, los invasores infernales y las legiones de demonios, huyan despavoridos al ver el resplandor de tu brillante espada, y se posen todos ellos bajo nuestros pies sin poder alcanzarnos, como nos has mostrado que tu poder es capaz de someterlos y enviarlos al inframundo. 

Abre santísimo Miguel nuestros ojos, para que podamos distinguir los engaños del mal y negarnos a ellos, se nuestro amparo contra las perversidades y asechanzas del maligno, y enséñanos a fortalecer nuestra fe y voluntad para luchar y vencerlos. 

Ayúdanos Arcángel Miguel, a despertar la sabiduría en nosotros, para no cometer el error de abrirles a los demonios el paso a éste mundo, y no sucumba nuestro cuerpo y alma a sus tentaciones. 

Se nuestro líder con la autorización de Dios nuestro Señor, en la guerra espiritual que debemos luchar, para alejar todo daño y mal demoníaco, para que nosotros, nuestros seres queridos y nuestros semejantes, estén a salvo de ahora en adelante. 

Te lo pedimos por la gran fe de nuestros corazones, te lo agradecemos con todo nuestro ser, y estamos dispuestos a enfrentar las adversidades con la frente en alto, y con plena confianza de que estarás siempre con nosotros. 

Amén.