Señor, hoy vengo ante ti
humildemente, pero no con pedidos ni mucho menos con quejas, sino con un
profundo agradecimiento por tu gran bondad.
Entro hoy a tu presencia con
gratitud y te bendigo porque tu fidelidad es para siempre y nunca me has
abandonado.
Te agradezco mi Señor, por el Hogar
que cuida y protege a mi y a mis seres queridos, de tormentas, fríos, calores y
otros sucesos.
Además de decirte gracias, también
presentaré delante tuyo mis "acciones de gracias", llevando ante tu
altar mis ofrendas en reconocimiento a tu gran bondad.
Estoy dispuesto a servir en tu casa
con gratitud en el corazón y alabanzas en mis labios.
De ahora en más te alabaré y te
agradeceré en el tiempo de la oración.
Ya no me angustiaré por mis
necesidades, sino que las presentaré delante tuyo en oración, ruego y acción de
gracias.
Te agradezco Dios porque tu obra se
hace y prospera aunque el enemigo ruja en
contra.
Estoy tranquilo y sereno, pues
se que escucharás mi oración de agradecimiento y seguirás protegiendo este
hogar ante situaciones adversas.
Todo
esto en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo.
Amén
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