Dios
todopoderoso, penetra en las profundidades de mi alma con tu fuerza,
tu amor y tu sabiduría, arranca de raíz la maleza que ha crecido en
las heridas más profundas de mi ser, las cuales albergan dolor,
inseguridad, odio, repulsión y frustración ante la vida.
Lava
en tu preciosa sangre mi mente, para que quede limpia y protegida de
pensamientos y sentimientos negativos, aleja para siempre la ansiedad, la
amargura, la angustia y el sufrimiento interior que cargo a diario, para
poder disfrutar del regalo de la vida en lugar de padecerlo.
Retira
de mi Dios bendito, la ira, la desesperación, la envidia y la
venganza, así como también el odio, la culpa, la depresión y opresión de
mi interior, para que pueda volver a sentir y disfrutar de la
felicidad que nos das la oportunidad de experimentar.
Perdona
mis errores Dios misericordioso, permite que las consecuencias de ellos no
sepulten y sumerjan mi vida, en un continuo penar de oscuridad, pues
en verdad me arrepiento de ellos.
Te
ruego humildemente que reviertas la negatividad en mi, y la conviertas en
positivismo y ganas de continuar disfrutando mi camino hacia ti, pues sólo
confío en el poder de tu santa mano y los elementos creados por ti, y sólo
en tu sagrado poder y bendiciones tengo fe.
Amén.
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