Benditos
arcángeles, dotados de la belleza de sus mentes, cuerpos y
almas, les estoy
muy agradecido por enviar siempre a sus ángeles de la belleza, a dotarnos
de la hermosura mental, espiritual y física, que necesitamos
para vivir plenamente.
Ahora
más que nunca hermosos arcángeles, necesito su ayuda directa, pues
me han abrazado la inseguridad y el miedo, y requiero de un poco más de belleza
interna y externa en mi ser, para alcanzar la paz y plenitud necesarias,
para lograr la felicidad en mi vida.
Divinos
arcángeles, no
los
invoco por vanidad, sino
por
la necesidad y urgencia que me provoca, la falta de belleza interna y externa con la
que ustedes fueron bendecidos, porque es necesaria la hermosura en este mundo
terrenal, para
superar
obstáculos y vencer las adversidades,
miedos y tentaciones diarias.
Santos
arcángeles protectores de la humanidad, ustedes mejor que nadie conocen el poder de la
belleza, pues
fueron
dotados por ella y
por el
don para otorgarla, a
los
que somos más débiles de voluntad, y requerimos de un poco más de la fuerza y
seguridad que la belleza trae consigo.
Les
pido también su generosa guía, hacia las elecciones correctas para obtener las
maravillas del universo, aléjenme de las envidias, rencores, miedos e
incertidumbres que siembra el maligno en mí, para que
por vanidad y avaricia, caiga en sus engaños y decida invocarlo a él
para pedirle sus oscuros favores, llenos de egolatría, narcisismo y
banalidades, que me
alejarán del bien y el valor real de la verdadera belleza interna y
externa.
Bríndenme
por
favor sus bendiciones, y los favores que en ésta oración les pido,
manteniendo siempre la consciencia y cordura en mí, para no
apartarme de los designios de nuestro amado Señor, incrementando
día a
día mi fe en ustedes, y siguiendo siempre el hermoso camino a la superación
y
trascendencia.
Gracias
gloriosos arcángeles, por su protección y bellas influencias, que sé me
convertirán en una persona hermosa, tanto por dentro como por fuera, para alcanzar
el mayor propósito del ser humano, ser felices al conocer al fin, la paz
interior que inunda de belleza nuestro ser, por ello pongo mi vida en sus manos,
confiando ciegamente en su gran corazón y amor sin límites.
Amén.
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