Oh¡
glorioso San Benito, eternamente amado
y siempre recordado, firme y fiel devoto de nuestro salvador, a ti
que siempre supiste salir victorioso ante los ejércitos del mal, te pedimos
tu ayuda para alejar a nuestros enemigos.
A
ti San Benito, que siempre has favorecido al pueblo, y luchado
a favor de los necesitados, te solicitamos que luches una vez más, en contra
de las personas que intentan hacernos daño, para que no vuelvan a molestarnos, y nos
permitan vivir con tranquilidad.
Te
rogamos por tu divina intercesión
bendito
Santo, pues
nos
agobia la presencia de malas personas, que por envidia, egolatría y pereza, no han
sabido aprovechar los regalos del creador, y pretenden que los que sí hemos escuchado
su palabra, y
que
por ello ahora gozamos de las oportunidades y bendiciones divinas, seamos
tan
infelices y vacíos
como
ellos.
Acude
pronto a nuestro lado, oh¡ benevolente San Benito, pues a
diario somos atacados por quienes albergan en su corazón al odio y al
rencor, y
sin
tu ayuda no hemos sido capaces, de encontrar el modo de alejarlos de
nuestros caminos.
Te
rogamos San Benito milagroso, que traces obstáculos y desviaciones frente a
mis enemigos, para
que
cambien su rumbo sin notarlo, y así se alejen de nosotros, de nuestras
familias, de nuestros trabajos y nuestros amigos, sin peligro
de que regresen a buscarnos.
Que el poder santo que te fue conferido, junto con tu buena voluntad y gran caridad, aparten de nosotros toda influencia maligna, así como a toda persona que se acerque a nosotros, con intensiones de dañarnos en cualquier sentido.
Destierra
definitivamente
de nuestra presencia, a quienes desean afectarnos, contaminarnos
y plantar en nosotros la
semilla
de la ira, la venganza, la envidia, la avaricia y el temor constante.
Haz
divino
San Benito, que
los
planes de los demás en nuestra contra, fracasen, regresen a su dueño y se descubran ante
todos, para
que
las personas que nos pretenden afectar, no tengan más remedio que alejarse y dejar
de cometer injusticias.
Crea
a nuestro alrededor san Benito piadoso, un escudo con tu santa cruz y tu
bendita estampa, para
que
ni la magia, ni hechicería enviada por las malas personas, puedan
penetrar
nuestra alma, herir nuestra fe o dañar nuestras vidas.
Confiamos plenamente en ti San Benito protector, por ello te agradecemos tu presencia, favores y protecciones,
pues sabemos
que nunca permitirás que se cometan injusticias a los inocentes, y mucho
menos a los que somos firmes devotos de tu palabra y la de nuestro creador.
Amén.
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