Dios
bendito y eternamente misericordioso, a ti que eres el único conocedor de la verdad
absoluta, te
suplico
que una vez más perdones mis errores y decisiones equivocadas, que me
alejan y desvían de tus designios.
Santo
padre de emblemática piedad, te ruego que me otorgues otra oportunidad de
corregir mi camino, colmándome
de
bendiciones que me hagan abrir bien los ojos, para que
de ahora en adelante sea capaz de tomar las decisiones acertadas.
Dame
la voluntad para evitar preocuparme por todo sin motivo, y realice
así mis actividades diarias, tranquilo, sereno y perceptivo a lo verdaderamente
importante, que
suelo
dejar a un lado por mi aprensión.
Aleja
glorioso Señor, la
angustia
ante la incertidumbre
sobre
lo que sucederá en el futuro, y permite que deje de intentar imponer
según mi conveniencia, la forma en la que debería funcionar mi vida
y la de los demás.
Concédeme
la gracia de tu divina misericordia, para que en mi andar continúen abriéndose
oportunidades, y
no
vuelva a bloquearlas con mis decisiones equivocadas.
Abre
por favor Dios bondadoso, mis caminos laborales, económicos,
sentimentales, sociales y familiares, para que terminen la escasez de dinero y
trabajo, las
injusticias
en mi relación de pareja, los desacuerdos con mis amistades, y las
peleas con mi familia.
Déjanos
ver también a cada uno de tus hijos, tu gran misericordia en la sanación de la
tierra, a
la
que permites brindarnos protección y sustento, aunque
no le
hemos ofrecido el respeto y cuidado que merece.
Padre
celestial, bendícenos
con
amor y salud, además
de
fortaleza física, mental, espiritual y social, para enfrentar
las adversidades tan importantes, por las que hemos de pasar en consecuencia a
nuestras acciones.
Te
ofrezco infinitas gracias venerable Señor, por tu apoyo pasado, presente y futuro, por tu
incondicional misericordia, por no desfallecer ante mí terquedad, y por
siempre ser mi guía y fortaleza en los momentos de penumbra.
Amén.
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