Oh¡
San Benito, tuya
es mi
profunda y honesta devoción, y por ella acudo a ti para solicitar tu
ayuda, para resolver la difícil situación que vivo con mis vecinos.
Tú
que has sido portador de tantos milagros, antes y después
de tu
partida al edén,
concédeme
la gracia de ser digno de uno más de ellos, y haz que mis vecinos dejen de amargar mi
vida, y de
hacer pesada la estancia en mi hogar.
Acudo
a ti
hoy desesperado, pues
no
encuentro la manera de calmar o alejar a mis vecinos problemáticos, si no es
con tu divina intercesión, y
santo
poder de alejar toda clase de mal.
Protégeme
a mi, a mi familia y a mis seres queridos, de las calumnias y agresiones de mis
semejantes, que
por
motivos que desconozco viven tan cerca de mi, y se
empeñan en hacer mi existencia miserable.
Borra
San Benito divino, mi
imagen
de sus mentes, así
como
su deseo de dañarme, o
convéncelos
de marcharse a vivir lejos de aquí, si consideras que es una mejor solución.
Ilumina
también la razón de mis vecinos, para que reconozcan que su comportamiento es
errado, y
aunque
estén lejos de aquí y yo viva por fin en paz, no incomoden
a nadie más a donde vallan.
Se
que
debemos ser tolerantes con los demás, pero tú mejor que nadie puedes conocer, las malas
intenciones y deseos oscuros
que habitan
dentro de mis vecinos, e impiden un diálogo o solución razonable
conmigo.
Es
por
todo esto que
acudo a ti, Oh¡
bondadoso San Benito, y para que pongas fin a esta situación de
angustia y frustración, llevándote muy lejos la ira, envidia, dolor y
motivos, por
los
que mis vecinos son tan conflictivos.
Estoy
completamente convencido, de que una vez más responderás
favorablemente a mis plegarias, que te agradezco de antemano, hoy y cada día
siguiente, pues
se
que al fin podré sentirme tranquilo y seguro en mi hogar, donde
has
sido, eres y siempre serás
bienvenido.
Amén.
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