Milagroso
niño doctor, Tú
que
posees por gracia del Señor, el don de sanar cualquier enfermedad y
afección, tanto
del
cuerpo como de la mente y el corazón, socórreme para curar los nervios que tanto me
agobian.
Ten
piedad de mí, purismo Niño, restaura todas las células nerviosas de mi
cuerpo, que
están
dañadas y descontroladas en todos los sentidos, y permíteme
recuperar el equilibrio
profesional,
emocional, sentimental
y
espiritual, que
tanto
necesito para disfrutar mi vida.
Aleja
de mi
vida todos los espíritus
malignos y
cualquier mal o brujería,
que me
cause intranquilidad, miedo, duda y ansiedad, provocando
todo tipo
de problemas e
impidiéndome conseguir
la paz interior necesaria, para superar las adversidades.
Ayúdame
a encontrar la manera de obtener también la renovación de mis
pensamientos, para
así
ser capaz de recibir tus mensajes y bendiciones, pues en
este momento no
logró
distinguir nada claramente, ya que
los nervios alterados en mi no me lo permiten.
Por
favor
ayúdame divino Niño Doctor, a vivir
libre de preocupaciones excesivas, que se acumulan dentro de mi, deteniendo
mi
superación y trascendencia.
Permite
que mi razón esté siempre despejada, a pesar de los contratiempos, para que
los nervios no se apoderen de mi, y resuelva toda situación de la manera
adecuada.
Concédeme
la decisión y firmeza necesaria, para transitar por el camino de mis
sueños, y
que
no me desvíe por nada de él, por las influencias negativas del mal, que disfruta
viéndonos fracasar y sufrir.
Te
lo pido con amor y gran admiración a tu santa presencia, confiado
en
que tu bendecida mano tocará mi alma, otorgándome la
ayuda que tanto necesito,
trayendo
tranquilidad y equilibrio al fin.
Amén.
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