Oh¡
Santísima Trinidad, símbolo de equilibrio de nuestra mente,
cuerpo
y alma, así como de la prosperidad, la abundancia y la
salud, humildemente solicito su asistencia, para alcanzar la
tranquilidad y estabilidad que mi ser necesita.
Les
ruego Santo Padre, amado Hijo y bendito Espíritu Santo, que fortalezcan mi
ser espiritual y terrenal, pues en éste momento me aquejan la aflicción, el
miedo, la angustia, la inseguridad, el enojo, la duda y la desesperación.
Aclaren
por favor mis sentidos, mi mente y mis sentimientos, para no mentir por
ganarme el aplauso de los demás, para ser humilde sin comprometer jamás mi
dignidad, y para no perder la cordura ante el éxito.
Bríndenme
la calma, tranquilidad y serenidad que otorga el equilibrio, para que
pueda al fin relajarme, y dejar atrás las aflicciones en las que me ha
sumergido la inestabilidad.
Llévense
lejos de mi, todo el dolor, duda, envidia, sufrimiento, pensamiento y
sentimiento negativo, y aligeren con el balance de todos mis
sentidos, ésta carga que me impide disfrutar de la vida, la familia, el
amor, la amistad y mis logros.
Fortalezcan
por favor mi interior, aumenten la confianza en mi mismo, así como a
diario aumenta mi fe y devoción por la Santísima Trinidad, y permítanme
alcanzar la bendición de la estabilidad.
Te
doy las gracias a ti glorioso Padre, por el regalo de la vida, te
agradezco a ti, generoso y bondadoso Hijo, por tu sacrificio y
oportunidades, y gracias a ti divino Espíritu Santo, por tu
protección contra el mal y todo aquel que lo causa, esperando paciente sus
infinitas bendiciones, que confío en que harán posible mi petición.
Amén.
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