Santísimo
Niño Doctor, recurro
a ti
en estos momentos difíciles, para pedir que tu poder de sanación, bendiga
la
mente, cuerpo y alma de mi familia y de mi mismo.
Imploro
por tu bondad santo Niño Doctor, que milagrosamente curas las enfermedades
terrenales y espirituales, y que además consuelas nuestro ser, evitando
que
las afecciones que merman nuestra salud, nos
impidan disfrutar de las bendiciones del Señor.
No permitas que ningún miembro de ésta familia, contraiga ninguna enfermedad fuerte o grave, y si ya la padecemos, permite que encontremos pronto alivio y curación de ella.
Danos
milagroso Niño Doctor, tu santa sanación interior y exterior, y permite
que la inmensa alegría y fortuna de convivir con mi familia, no se
vea truncada o afectada en ningún sentido, ni por las enfermedades que en éste momento
enfrentamos, ni
por
las brujerías de quienes desean separarnos y vernos padecer.
Estoy
eternamente agradecido por el maravilloso regalo de la vida, así como
de poder compartirla con la familia, que el creador sabiamente eligió para mí.
Por
eso te pido glorioso Niño Doctor, que nos protejas de todo mal y enfermedad,
pues el bienestar de ésta familia, es lo mas importante para mí, y para
los miembros que la conformamos.
Escucha
por
favor mis suplicas, pues
estoy
preocupado por su salud, ya que sin ella el resto de las cosas que
nos rodean, lucen
apagadas
y tenebrosas, así
como
también tristes y sin futuro.
Otórganos divino Niño Doctor, tranquilidad, calma, serenidad y sanación, para todos y cada uno de los integrantes de esta familia, (decimos los nombres completos sin abreviaturas de cada uno).
Permítenos nacer, crecer y envejecer sanos, irradiando vitalidad, alegría y dedicación a todo aquello que emprendamos, y mantén en nosotros la salud a pesar de las adversidades.
Regálanos
unidad,
respeto, comprensión y paciencia mutua, y limpia de nuestros cuerpos, corazones y
almas, la
avaricia,
la prepotencia, los vicios, la ira, y toda maldad y energía negativa.
Protégenos
de
las tentaciones, para
que
no seamos presas fáciles del maligno, ni perdamos la fe y la esperanza por sobre
cualquier situación.
Desaparece
cualquier
dolor, que
nos
impida realizar y disfrutar nuestras actividades y responsabilidades, de manera
oportuna y satisfactoria, pues
dependemos de ello para no desfallecer.
Me
arrepiento sinceramente por cada una de las ocasiones en las que he lastimado o
herido a mi familia, pues los amo y deseo con fervor que estén bien
y sanos, y
me
comprometo a modificar mis
actitudes negativas hacia
ellos, así
como
también a fortalecer y difundir mi fe en ti, santo Niño Doctor.
Ayúdanos
bondadoso
Niño, a hacer
realidad nuestros deseos
contenidos en
esta oración, en
el
nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo, plenamente
agradecidos
por tu asistencia.
Amén.
Amén.
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