(ORACIÓN
ANTIGUA
PARA REZAR TODOS LOS VIERNES)
Esta
noche tuve un sueño,
que en
aquel monte calvario, tres cruces yo vi clavar, y en la
más alta de ellas, yo
te vi
crucificar.
Esa
divina
frente te vi sangrar, esa divina espalda te vi azotar,
esas divinas
manos te vi clavar, esos
divinos
pies te vi
traspasar, ese
divino
pecho
te vi
sangrar, esa
divina
boca te vi destemplar con hiel y vinagre.
Si madre; todo lo que he dicho es pura verdad, quien esta oración rece, grandes indulgencias ganará, así como hierbas tiene el campo, como arenas tiene el mar, y como estrellas tiene el cielo.
Si madre; todo lo que he dicho es pura verdad, quien esta oración rece, grandes indulgencias ganará, así como hierbas tiene el campo, como arenas tiene el mar, y como estrellas tiene el cielo.
A la hora de su muerte, el demonio no lo sabrá, y las puertas del infierno cerradas hallará, en cambio las del paraíso, abiertas para entrar encontrará.
Tres horas antes que fallecer, a la Virgen verá posada en su cabecera, para que entre sus brazos tranquilo muera.
Si
el
que la sabe; no la reza, o el que la oye; no la aprende, el día
del juicio sabrá, lo
que
de esta oración se desprende.
Después
de rezar la oración
se debe
de complementar con 3 rezos más, un Padre Nuestro, un Ave María
y un
Gloria.
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