Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios, heme aquí humildemente postrado ante ti, Implorando porque tu corazón lleno de amor, te aliente a interceder por nosotros ante el trono divino del Señor.
A ti recurrimos en todos los peligros que a diario nos rodean, pidiendo tu protección contra la
envidia de nuestros enemigos, y contra el maligno mismo en
todas sus formas.
Inspíranos a imitarte en todas las cosas, que tu bendición esté siempre con nosotros, de modo que podamos huir con éxito de todo lo que no es agradable, y evitar así las ocasiones de violencia, envidia y perdición.
Dulcemente te pedimos, que nos
consigas de Dios, los favores
y gracias de las cuales estamos tan necesitados, en
las pruebas diarias, en las miserias y en las aflicciones de la
vida.
Bríndanos el amor de tu corazón, que
siempre estuvo tan lleno de amor, compasión y misericordia, hacia
los que estamos afligidos o con problemas de cualquier tipo, y
has alejado siempre a los que pretenden dañarnos con sus
envidias, malos deseos
y calumnias.
Te lo pedimos a ti bendecido San Benito, porque
nunca has despedido sin consuelo y asistencia, a
cualquiera que haya recurrido a ti, ni
has dejado sin esperanza al que es atacado por el mal.
Confío en que escucharás nuestras oraciones, y nos alcanzarás la gracia especial y favor que tan seriamente te imploro; Tu poderosa protección contra toda envidia y sus consecuencias, para (decimos los nombres completos de todos los incluidos en el ritual).
Para que nadie nos haga daño, ni nosotros lo hagamos a los demás, ayúdanos oh gran San Benito, a vivir y morir como un hijo fiel de Dios, que sea siempre merecedor de su clemencia, para lograr la felicidad eterna del cielo.
Amén.
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