Dios santísimo y todopoderoso, te doy infinitas gracias por la dicha de finalizar un nuevo día, en el que tuve la oportunidad de ver la luz del sol, respirar y disfrutar de todos los beneficios que nos das.
Con confianza recurro a ti, para pedir tu protección y bendición,
confiándote mi ser, a mi familia y a todas las personas que forman parte
importante de mi vida, y a quienes hoy también les permitiste disfrutar de
él grandioso milagro de la vida.
Cuídanos y permítenos dormir bien, alejados de todo espíritu, entidad y
persona maligna, y amanecer con vida el día de mañana, para volver a
tener la bendita experiencia de aprender y gozar de tus bendiciones.
Aclara nuestra mente con tu luz divina, con tu poderosa mano continúa guiándonos por el camino del bien, y con tu sagrado manto protégenos de injusticias, envidias, demonios y magia oscura.
Llévanos como hasta ahora en tu mente y corazón, para que al sentir tu presencia, seamos capaces de reconocer lo bueno y desechar lo malo, de perdonar como tu nos has perdonado, y de tender nuestra mano desinteresadamente, al ver que alguien lo necesita.
Líbranos de prejuicios y obstinaciones, de imposiciones sociales,
políticas y religiosas, pues tu nos brindaste tu confianza al otorgarnos
la libre decisión, y quienes intentan revocarla o tener control sobre
ello, nunca tendrán tu aprobación ni derecho sobre ninguno de tus
hijos.
Si es tu sagrada voluntad que comencemos nuestro viaje a tu lado pronto, te pedimos que sea mientras descansamos y en paz, y que quienes nos rodean, no sufran y encuentren pronto consuelo por nuestra partida.
Amén.
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