Jesús, este
día celebro tu bondad para mí,
tú eres mi
luz y salvación,
quien
escucha y responde a mis oraciones,
¡A ti sea
la gloria!
Te
agradezco por darme tu fuerza
para
enfrentar cada día de ayuno con vitalidad espiritual,
termino
este día de ayuno en tu corazón,
para que
tomes mis fuerzas y las multipliques
para alabar
la gloria de tu reino.
Te pido
que me llenes con un espíritu de gratitud y misericordia,
dígnate de
aceptar este ayuno que he realizado,
protégeme
de toda maldad que venga sobre mí y mi familia,
y
concédeme el perdón de mis pecados.
Señor, tú
me haces fuerte cuando flaqueo,
me
permites seguir ayunando, para que seas tú quien reine sobre mí,
guía mi
camino para actuar con sabiduría y hacer lo correcto.
Señor, mi
cuerpo es tuyo.
Gracias
por permitirme gozar de ti en este ayuno.
Gracias
por la comida y bebida que ahora disfrutaré.
Amén
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