Oh señora mía,
oh madre mía,
yo me ofrezco
enteramente a ti.
En prueba de mi filial
afecto
te consagro en este
día,
mis ojos,
mis oídos,
mi lengua,
mi corazón,
en una palabra,
todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa
y posesión tuya.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario