Padre Celestial, Hoy me acerco ante ti
para pedirte por la salud de mi bebé. Sé que estás lleno de pedidos de sanidad,
pero también sé que estás atento
a la fe de todo el que ora.
Me postro ante ti en adoración y
reconocimiento de tu gran poder sanador.
Te imploro humildemente que restaures
la salud de este inocente. Señor, la salud de mi bebé agoniza.
Por favor ven a su cuarto, acércate a
su camita, pon tus manos sobre su
cuerpo para que este a salvo y vivo.
No me importa que los reportes digan
que este inocente ya no tiene esperanza;
solo me importa tu misericordia, oh Señor.
Por tanto, en este momento decido no temer.
En este momento, yo decido creer.
Apartaré de mis oídos toda voz que quiera
destruir mi fe. No miraré los rostros de
aquellos que no tienen fe en ti, mi Dios.
Al contrario, estaré junto a mi bebé para
orar y bendecir su cuerpo.
Mientras otros se alborotan, yo le bendeciré.
Mientras otros se lamentan, yo le bendeciré.
Mientras otros lloran, yo le bendeciré.
Mi bendición se transformará en sanidad,
se convertirá en un milagro para tu gloria, oh Señor.
Creo en mi corazón y declaro con mi boca;
mi bebé será sano, mi bebé se levantará.
Levántate preciosa creación de Dios, levántate y anda.
Levántate y que todos den gracias al Señor
por su gran bondad.
En el nombre de Jesús,
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario