Yo (decimos nuestro nombre completo sin abreviaturas), te destierro de mi ser, y te ordeno con la venia del único Dios verdadero, que desprendas tu esencia de mi, y continúes con tu camino hacia donde ahora perteneces.
Sal de aquí y aléjate para no volver jamás, pues no eres bienvenido en éste plano, desde que tu travesía terminó en este valle terrenal, y con la ayuda de nuestros guías espirituales y el Santo Creador, te irás y me dejaras en paz.
Lo decreto en el nombre del bendito Señor, quien nos da la oportunidad de la vida, con la correspondiente responsabilidad de nuestros actos, durante nuestra vida y después de ella, por lo que tu ya no debes continuar aquí.
De ahora en más, no robarás mi energía, ni me provocarás malestares, ni invadirás mi espacio, llenándome de miedo y angustia, sino que te irás, y al fin seré libre de ti para continuar mi camino con los designios del señor, y no con los tuyos
Te suplico señor que me tomes de la mano, y me des la fortaleza necesaria, para desprender de mí éste espíritu que tanto daño me causa, y disfrutar de tus bendiciones libre de la influencia espiritual de otros seres que ya no están con nosotros.
Te lo pido con inmensa fe, admiración y respeto.
Amén.
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