Padre Celestial en este momento
me pongo delante de tu presencia
porque sin ti nada soy.
Gracias a ti puedo estar vivo y puedo
respirar porque eres tú quien
conforta mi alma, y por eso hoy
me pongo delante de ti para elevar
esta oración ante tu altar.
Mi querido Dios te pido fortaleza
para que me ayudes a sobrellevar
todos estos problemas que se
presentan en mi vida, y que agobian mi alma,
hoy te pido que no me dejes.
Padre, tu palabra me enseña que
eres tú mi fortaleza, y que has traído
a mi vida esa salvación, porque
tú eres mi Dios, y a ti te alabaré
y enalteceré tu nombre porque eres
la razón de mi vida, tú vienes a levantarme
en medio de la circunstancias que
quieren apagar mi fe ante ti.
Hoy declaro que eres tu mi Dios,
eres el guerrero que viene a batallar conmigo,
y a través de esta oración me fortaleces.
Hoy hecho fuera todo temor, toda angustia,
todo aquello que ha venido a querer
entorpecer mi camino.
Declaro que soy libre de toda angustia
porque el Señor ha traído libertad a mi alma.
Por eso hoy levanto mis manos
rendido ante tu presencia que
me está cubriendo en este momento.
Hoy declaro que soy renovado
por completo por tu poder,
estableciéndolo en el nombre
poderoso de tu hijo amado Jesús.
Amén.
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