Señor, he cometido un pecado horrible.
A veces tengo malos pensamientos sobre una persona.
Y a veces desearía tener lo que esa persona tiene y yo no.
Y esto no me hace nada feliz, pues no es digno de mí.
Por favor, ayúdame a eliminar este horrible sentimiento de mí.
Purifica mi corazón, te lo imploro.
No quiero volver a sentir esto nunca más.
Por favor no me dejes caer en la tentación
de hacer algún mal a alguien.
Ni me dejes caer en la tentación de desear algo ajeno.
No quisiera que esto vuelva a suceder.
Por eso te suplico tu ayuda señor.
Enséñame a valorar lo que tengo,
lo que me das y me has dado.
A verlo con ojos de amor y ternura,
y nunca menospreciarlo.
Amén.
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