Amado Dios, en este instante me acerco hasta ti,
con devoción y esperanza, para elevar una oración por mi vida
y por la vida de todos aquellos que hoy atraviesan por tristeza o alguna necesidad.
Señor, sana mi alma, trae a mi vida la alegría que tanto anhelo,
a mi corazón esperanzado concédele la gracia,
y dame tu fuerza en este momento crucial que estoy atravesando,
pues a ti siempre he confiado todo mi ser.
Comprendo que las pruebas que en ocasiones debemos afrontar son la base de nuestra gran bendición y están ahí para que nuestras raíces se hagan fuertes, sé que debo aceptarlas sin temer, porque nada malo va a pasar.
Cada día te honraré haciendo el bien, ayudando a los demás cuando estén en problemas,
así como tú siempre me has ayudado.
Cada día te ofreceré una oración con más fe y así encontraré el camino para la solución de mis problemas.
Con el corazón en la mano te pido que me des las fuerzas para superar la angustia y la tristeza,
pues a tu lado todo pasará.
Hoy me dirijo a ti, confiando que con tu divina misericordia me darás señales, luz a mis ojos, claridad en mi mente y solo así lograré superar esta angustia que me persigue.
Amén.
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