¡Dame amistad perpetua, padre
¡De todos los cielos, que yo te agradeceré por siempre!
¡Dame, amigos verdaderos, amado creador,
¡Para que yo disfrute de la compañía y apoyo del prójimo!
Los amigos, cuando son leales y sinceros, ayudan
A llenar vacíos en tu vida y te dan esa fuerza que
No logras encontrar para superar tus obstáculos;
Y esto es, querido señor, justo lo que yo necesito.
Así que te pido que no dejes
A la deriva a este joven servidor.
Pues toda mi vida he encomendado
Yo a tu sagrada palabra.
Aguardaré con decoro que cumplas
Esto que te he pedido,
Y te seguiré a donde tú
Me lleves.
Amén.
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