¡Señor Jesús! Obrero divino y amigo de los trabajadores,
te consagro esta oración.
Mira la empresa y todos los que trabajan conmigo.
Presento mis manos, pidiendo habilidad y talento.
Quiero pedirte que bendigas y cubras todos mis pensamientos
y mi mente, dándome sabiduría e inteligencia
para hacer bien lo que se me encomiende
y resolver los problemas de la mejor manera.
Te pido que bendigas a todos los que usaste
y también a todas las personas con las que hablo.
Deshágase de las personas deshonestas,
mentirosas, celosas y malvadas.
Envía a tus santos ángeles guerreros para que me ayuden y protejan,
porque me esforzaré por hacer lo mejor que pueda
y, al final de este día, quiero darte las gracias.
Amén.
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