Señor, escucha mi oración
y escucha la petición afligida de mi corazón
que sangra y sufre por perder el amor que lo alentaba.
En ese momento, Señor,
mi vida parece desaparecer como humo
y mi cuerpo arde como el césped seco.
Perdí el hambre, la sed y sólo siento dolor y sufrimiento,
como un pájaro solitario en la rama más alta de un árbol seco.
Sólo en ti, Señor, puedo encontrar consuelo.
Sólo en tu amor puedo encontrar la misericordia
y el alivio para soportar el dolor.
Que mi luz no se apague, sino que viva en tu luz;
que mi aliento no se desvanezca,
sino que se fortalezca en tu misericordia;
que mi desaliento no me postre al borde del camino,
sino que sea sustituido por el llamado de la felicidad
que pondrás a mi espera, al final de un nuevo camino.
Porque sólo en ti está el consuelo
y la paz que todos esperamos.
Amén.
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