Señor Jesús, tú siempre te mostraste amigo de los pequeños,
De los pobres y de los excluidos;
hoy te pido por los presos,
por hombres y mujeres que han sido detenidos.
Tú, que también fuiste detenido violentamente
y encerrado y torturado,
ayuda a los hermanos torturados y encerrados.
Aunque lo sean con culpa.
Tú, Señor, que fuiste condenado injustamente,
apiádate, sobre todo, de los que cumplen una condena injusta,
o que, incluso, son del todo inocentes.
Tú, Señor, Justo entre los justos;
Dios de justicia amorosa,
haz que se trate con justicia justa
y respetuosa a quienes condenamos y rechazamos.
Señor, has que todos los presos puedan un día resucitar
a la vida y que siempre haya quien celebre su resurrección,
solo tú conoces el corazón de cada uno y la razón por la que
están encarcelados, y solo tú eres el que puede llevar a estos
hombres y mujeres al arrepentimiento.
Salva, Señor, a los presos de la ruindad y la depresión
y el resentimiento y el espíritu de venganza.
Amén
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