Por ello te rogamos hoy, que no permitas que nos arrebaten nunca más, nuestra tranquilidad y libertad de vivir, según nuestras decisiones, creencias y consecuencias propias, sin la intervención de terceras personas con malas intenciones, que nos quieren ver limitados, tropezando, fracasando y siendo infelices en nuestras vidas, con magia oscura y enterrándonos bajo tierra contaminada con el mal.
Pon tu poderosa mano en todos los elementos naturales que conforman este ritual, para que, con ellos y tu asistencia, sean rotas todas las ataduras y males que nos hayan enviado a, (decimos los nombres completos de las personas incluidas en el ritual), por medio del maligno, entidades oscuras, almas en pena y espíritus condenados.
Glorioso Señor de inmensa bondad, envía tu preciosa luz al lugar donde hemos sido enterrados, para que así, nuestra esencia enviada a las penumbras, encuentre el camino para salir y ser liberados, y así poder continuar con las vidas que tan generosamente te has servido a brindarnos, sin la intervención de nadie más que no seas tú.
Nos entregamos en cuerpo y alma a ti bendito Señor, pues confiamos plenamente en que, como siempre, estarás a nuestro lado ayudándonos a vencer el mal, y ser libres como es y ha sido siempre tu designio, devolviendo la oscuridad a su lugar de origen, y protegiéndonos con tu manto sagrado de las personas y seres que ahora nos perjudican.
Te rogamos Señor, con respeto e finita fe.
Amén.
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