Oh, glorioso padre, San Benito, ferviente santo de Dios,
Mi gran protector y de todos aquellos que acuden a ti,
Aleja de mi vida toda presencia de envidia o influencia maligna.
Que todo el mal que me desean se les regrese,
Libérame de las personas que dicen ser mis amigos
Pero me desean el mal, líbrame de los pecados del alma y cuerpo.
Intercede por mí Señor, para alejar a esas personas de mi vida,
Separa, condena y rechaza a toda persona malvada y llena de envidia,
toda malicia que pueda dirigirse hacia mí,
contra mi familia y mis amigos más cercanos.
Protégeme de los maltratos verbales y físicos,
Libérame de hechizos, encantos y hechicerías,
Malos deseos en mi contra, que esas personas se vayan de mi lado.
Por el poder de intervención que te ha concedido nuestro
Padre del Cielo, oh, San Benito, mantén alejados a los
que intentan hacerme tropezar en mi vida diaria, en el trabajo,
amor o en mi propio hogar.
Glorioso San Benito, ayúdame a confiar en el amor de Dios,
Nuestro Padre, y alcanzar la perfección de mi vida, para salud
De mi cuerpo, mente y alma.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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