Oh imponente Ánima sola, tú que conoces los estragos del dolor, el sufrimiento, la injusticia y cualquier daño o tortura, sabes lo mucho que (decimos el nombre completo de la persona a quien dedicamos el ritual), merece sufrir y padecer en vida del dolor y angustia verdaderos.
Por tu sabiduría y poder, te pido hoy tu inmensa asistencia, para que me ayudes a provocarle enfermedades y dolores, tanto físicos como mentales, a (decimos el nombre completo de la persona a quien se dedica el ritual), pues merece completamente recibir este castigo,
y no morir, sino vivir en pena un largo tiempo.
Permite majestuosa Ánima sola, que el contacto de tus manos con el poderoso contenido de las perlas de éter, hagan crecer un gran daño en los órganos de (decimos el nombre completo de la persona a quien se dedica el ritual), o en su defecto, (decimos en que parte de su cuerpo lo queremos afectar).
Hazlo sufrir y retorcerse, para que no pueda conciliar el sueño, que no deje de sentir dolor ni dormido ni despierto, para que su vida sea un calvario, como el que tú has sufrido e incluso peor.
Preciosa Ánima, infecta el cuerpo de (decimos el nombre completo de la persona a quien se dedica el ritual), pues con este ritual te hago saber mi claro deseo y mi fidelidad a ti, confiado en que le darás su merecido, y no permitas que logren encontrar cura o tratamiento, que le retire las molestias que merece tener.
Te lo pido con gran devoción, grandiosa Ánima.
Que así sea, así se haga y así será.
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