Yo (decimos nuestro nombre completo sin abreviaturas, te he invocado a ti (decimos el nombre completo de la persona fallecida), pues has cruzado el umbral de la vida, y ahora te encuentras más cerca se Dios nuestro Señor, para que puedas hacerle llegar está desesperada petición, pues (decimos el nombre completo de la persona que deseamos que sane), necesita sanar y los médicos no han encontrado aún como ayudarlo (a).
Les rogamos con toda nuestra fe y confianza, que guíen e iluminen la mente de los médicos que lo atienden, para que puedan pensar con claridad, y encontrar tanto causa como solución a su enfermedad, ya sea terrenal o de otros planos.
Ayúdenos también a quienes acompañamos a, (decimos el nombre completo sin abreviaturas de la persona que necesita sanar), en su angustia y sufrimiento, para encontrar el camino y las personas adecuadas, que nos puedan ayudar a encontrar la tan ansiada sanción.
Pedimos hoy tu asistencia también, (decimos el nombre completo de la persona fallecida), y no sólo la de nuestro misericordioso Padre, porque sabemos que tú, al ser un espíritu que en vida dio amor, comprensión y confianza, ya estarás con él y podrás hacerle llegar con prontitud, esta tan desesperada necesidad, pues en este plano la vida es frágil y el tiempo demasiado corto.
Sabemos que la luz divina llegará a (decimos el nombre completo de la persona que necesita sanar), pues en el Señor confiamos plenamente, y nuestros corazones nos dicen que debemos intentarlo todo y no darnos por vencidos, para que pueda recuperar su salud, ya que es una buena persona que desea y merece la oportunidad de continuar con su vida.
Gracias (decimos el nombre completo de la persona fallecida), porque sabemos que ahora y siempre nos escucharán, y su noble corazón jamás nos dejará desamparados.
Amén
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