A ti te llamo, príncipe de las tinieblas, para que sumerjas a, (decimos el nombre completo de la persona), en tu profunda y desconsolada oscuridad.
Para que pierda su voluntad, y yo pueda manipular su vida como si fuera mi marioneta personal, que no pueda resistirse a ninguna orden que yo le dé, aun si llegara a tener algún momento de lucidez.
Llena de nubes negras su vista, sus sentimientos, su juicio, deseos y corazón, para que no tenga ningún aliciente, ni motivación, y así continúe sometido a mí, obedeciendo fácilmente cualquier indicación.
Que cada vez que mencione su nombre, pueda escuchar mi voz, aunque esté dormido, y cumpla prontamente mis designios, aunque se sienta agotado, que siempre este sordo para los demás, y así se alejen sus amistades, pareja, familiares y seres queridos.
Forma un campo protector a su alrededor, para que nadie más que yo, pueda liberarlo de su sometimiento y dominación.
A cambio te ofrezco su dolor y sufrimiento, así como el de las personas cercanas a él, quienes llorarán y se sentirán desesperados, al intentarlo todo y fallar.
Me declaro tu seguidor, y con profundo respeto, aceptaré ofrendarte lo que me hagas saber que deseas, que no me incluya a mi ni a mis conocidos y seres queridos, si llevas a cabo al cien por ciento esta petición.
Que así sea, así se haga y así será.
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