Llamo ahora al maligno, para que me asista en este ritual, porque él mejor que nadie sabe cómo se siente el ser expulsado, del corazón y la vida de quién debería amarte incondicionalmente.
Te invoco señor de la oscuridad, para que (decimos el nombre completo de la persona que se desea amarrar), a partir de hoy estará atado a (decimos el nombre completo del consultante).
Que, así como se funden juntos los nombres de (decimos los nombres completos de ambos), se fundan también sus cuerpos, sus caminos y destinos, para que ya nada ni nadie logre separarlos.
Que la sangre los una, para que los latidos de ambos sean uno solo, y cuando (decimos el nombre completo de quien deseamos amarrar), esté lejos de (decimos el nombre completo del consultante), se sienta perdido (a), sólo (a) y desesperado (a), y así vuelva lo más pronto posible al lado de él (ella).
Que (decimos el nombre completo de quien deseamos amarrar), ya no pueda ver, notar e interesarse en otra persona que no sea (decimos el nombre completo del consultante), ni escuchar o encontrar sentido a las palabras que pretendan atacar o descubrir a (decimos el nombre completo del consultante).
Y si por algún motivo llegara a la mente de (decimos el nombre completo de quien deseamos amarrar), un pensamiento negativo de (decimos el nombre completo del consultante), su mente, se nublará, y lo olvidará al instante, o en su defecto lo transformará en cariño y comprensión hacia (decimos el nombre completo del consultante).
Permite rey de las tinieblas, que incluso cuando (decimos el nombre completo de quien deseamos amarrar) cierre los ojos, continúe viendo y contemplando la imagen de (decimos el nombre completo del consultante), y solo estando juntos tenga paz.
Te lo pedimos, amarra a (decimos el nombre completo de la persona que deseamos amarrar), para que no pueda vivir sin la compañía y cercanía de (decimos el nombre completo del consultante), y obedezca cualquier cosa que pudiera desear.
Que así sea, así se haga y así será.
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