Poderoso Arcángel Rafael, tú que eres “curación de Dios”,
A ti imploro por el alivio de mi dolor, te pido mi curación,
Quítame este horrible dolor de todo mi cuerpo.
Arcángel Rafael, tócame ahora con tus manos sanadoras, porque creo que tu voluntad es que esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la preciosísima sangre de nuestro Señor Jesucristo, desde la punta de mi cabeza hasta la planta de mis pies.
Quita de mi todo lo que no debería estar, saca desde raíz cualquier cosa maligna que me esté asechando, reconstruye y repones cualquier área dañada. Elimina toda molestia que encuentres en mi cuerpo y limpia cualquier infección por el poder de la preciosa sangre de Jesús.
No permitas que este terrible dolor me agobie y afecte mi calidad de vida, este dolor que siento es tan fuerte que afecta mis días, mis actividades, mi estado de ánimo, mi vida social, familiar y laboral.
Permíteme volver a tener una vida activa y sana, deja que el fuego de tu amor sanador pase a través de todo mi cuerpo para sanar y poder vivir más años con mi familia.
Te pido que toques mi mente, mis emociones y lo más profundo de mi corazón, Arcángel Rafael, cúbreme con tus alas y despliega sobre mi cuerpo tu curación celestial. Dame el alivio que necesito a mi sufrimiento físico.
Pido ayuda para alejar este dolor injusto, dale a mi cuerpo fortaleza y energía, bendice mi cuerpo, mi sangre, mis huesos, mis órganos, mis articulaciones, mis células, mi salud.
Amén.
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