Que solo tu voluntad sea ejecutada, pues tú, grandioso creador, nos otorgaste desde el inicio de los tiempos, el maravilloso libre albedrío sin condiciones, que nos permite decidir el rumbo de nuestras vidas, por lo que no es correcto que otras personas bloqueen la libertad de nadie, ya que solo tú tienes el derecho de quitárnoslo, pero jamás lo has hecho a pesar de nuestras malas decisiones.
Permite, ¡oh! Señor de incondicional misericordia, que tu luz divina le muestre el camino de regreso a la libertad, a (decimos el nombre completo de la persona a quien se dedica el ritual), y qué, guiado (a) por tu santa presencia, rompa toda prisión, visible e invisible, y traspase toda brujería, rompiendo así los hechizos que le hacen permanecer atado (a).
Que cualquier recipiente en el que haya sido metido (a), se rompa en mil pedazos eliminando el daño, que cualquier posible cinta, lazo, cubierta y envoltura que lo rodee, se deshaga, rasgue, truene y rompa, que todo el hielo que lo (la) pueda rodear, sea derretido y evaporado, sin dejar más rastros que lo (la) limiten.
Ayúdanos grandioso Señor, pues la petición que te hacemos hoy no es para dañar ni afectar a nadie, sino para recuperar las riendas de la vida, de uno de tus amados hijos, que está siendo víctima de personas contaminadas por el maligno, por lo que han pagado a sus seguidores, para que limiten a quienes confiamos en ti.
Te rogamos Señor, que des favorable despachó a esta oración, con gran fe y amor a ti y tus designios, para que nada ni nadie nos impida seguirlos.
Amén.
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