Oh, Virgen Santísima del Carmen, madre llena de bondad, gracia y misericordia, en este momento me acerco a Ti, para pedir Tu protección divina y maternal contra los asaltos, robos y cualquier peligro que amenace mi vida, mi bienestar y mi seguridad.
Hoy te suplico, dulce Virgen del Carmen, que me cubras con tu manto protector, que me rodees con tu amor y con Tu poder, y que alejes de mí a aquellos que desean hacerme daño. Que al salir de casa me sienta seguro, protegido y acompañado por ti.
Te pido que me protejas de todo asalto y peligro, que mi camino esté guardado por tus ángeles celestiales y que no llegue a mí ninguna mano malvada. Que ningún enemigo ni ladrón pueda acercarse a mí ni a los míos, y que, si en algún momento me encuentro en peligro, Tu divina intercesión me brinde la seguridad y la salvación que solo Tú puedes ofrecer.
Oh, querida Virgen del Carmen, te pido que se disuelvan todos los ataques del enemigo, sea cual sea su forma o intención. Que los caminos donde ande se llenen de Tu luz, y que Tu presencia me rodee como un muro inexpugnable contra todo mal.
Aleja toda influencia mala, las personas de malas intenciones y los peligros ocultos. Que mi casa, mis bienes y mi vida estén siempre bajo Tu protección. Que, en mis traslados, en mi trabajo, en mi hogar, Tu cuidado y Tu protección sean mi escudo divino.
Madre bendita, te doy gracias con todo mi corazón por Tu amor constante y Tu protección segura. Confiando en Tu inmenso poder, sé que nada podrá hacernos daño cuando Tú estás con nosotros, y que siempre nos guiarás con Tu luz.
Te pido que me guardes y me protejas de todo mal, de todo asalto, y de toda mala intención.
Amén.
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