Aleja a las almas enojadas, frustradas y atrapadas por sus propias malas acciones, de mi (nuestro) entorno en todo momento, para que pueda (podamos) trabajar sin intervenciones ni obstáculos, disfrutar de mi vida social sin manipulaciones ni trampas, vivir y dormir con tranquilidad en mi (nuestro) hogar, y no correr peligros en mis (nuestros) recorridos diarios.
Concédeme, (concédenos) tu santísimo rayo de luz, para que los espíritus que buscan molestar o dañar no se acerquen, defiéndeme, (defiéndenos) con tu escudo impenetrable de sus malas intenciones, y coloca en mis, (nuestras) manos tu espada para ahuyentarlos antes de que se acerquen.
Otórgame, (otórganos) santísimo Arcángel, la paz de no ser invadido (s) ni influenciado (s), por los sentimientos y resentimientos de espíritus que esperan su trascendencia, para así disfrutar de los dones y bendiciones del Señor.
Te lo pido con fe, confianza y pleno agradecimiento, pues sé que me (nos) ayudaras y protegerás, no sólo con tus armas, sino con la gracia divina, la justicia celestial y el amor pleno de tu corazón.
Amén.
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