Eros, antiguo dios, cuyo poder dio origen a la vida, caprichoso cuyo don es encender los corazones de dioses y hombres con seducción y amor, te invoco.
Eros, maestro del deseo, portador del arco, lanzas tus flechas doradas, tan veloces, tan afiladas, que apenas sentimos el pinchazo.
Eros, he conocido tus bendiciones; conozco su valor y por eso me acerco a ti, en esto que yo deseo con fervor.
Concédeme tu dulce asistencia, para que tenga el don de la seducción y así poder lograr mis propósitos.
Que mi persona sea imponente y atractiva, al estar en cualquier lugar, y así llamar la atención y seducir.
Se que has escuchado mi petición, me siento con seguridad, con fortaleza, convicción y arrojo.
Te doy gracias por tus muchas bendiciones, Así sea.
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