Te pido que me mantengas sano y fuerte, tanto en cuerpo, como en mente y espíritu, para que la salud y el bienestar, sean mi mejor defensa contra las adversidades y obstáculos diarios.
Permite santo niño, que la gracia del señor que te fue otorgada por tu gran corazón, ilumine mi sendero y me dirija siempre, a los médicos y personal de salud correcto, para prevenir e impedir que cualquier enfermedad pueda dañarme.
Permite que mi cuerpo impregnado de tu grandiosa presencia pueda defenderse de cualquier virus, bacteria e incluso energía negativa y oscura, creada y causada tanto por la naturaleza misma, como por el hombre.
Permite que sea bendecido con el favorable despacho a mi plegaria, y por favor encuéntrame digno de tus milagros, pues en ti y en el señor confío plenamente, y agradezco de corazón su compañía, protección e infinitos regalos de la vida en todo sentido.
Te lo pido con fervor y plena fe.
Amén.
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