Que
aquellos que intenten obtener de mi a la fuerza, cualquier pertenencia,
bien, salud o confort, o diálogo, o simplemente quitármelo para verme
mal, se alejen inconscientes al siquiera pensar en hacerme cualquier daño.
Glorioso
San Benito (san Miguel arcángel o san Alejo), que con sus ojos
dichos malhechores no me miren, con sus pies que no puedan
seguirme, con sus manos no logren nunca tocarme, y defiéndeme del mal
que porta todo aquel que esta contaminado por el maligno.
Desenmascara
a todo truhan que intente mentirme, engañarme o sorprenderme, con una
falsa amistad, un falso cariño, y una falsa sonrisa, para que pueda
alejarme de ellos y evitar que me roben o hieran.
Crea
un campo protector a mi alrededor cargado con tu luz divina, para que en
conjunto con mi fe en ti, en el creador y su ejército divino, pueda
transitar tranquilo por cualquier lugar y en cualquier momento.
Oh
grandioso San Benito (san Miguel arcángel o san Alejo), escucha y dale
favorable solución a mi plegaria, pues en ti confío y de tu asistencia
requiero, para sanar este miedo, preocupación y angustia, que me
causa a mi ya mis semejantes, la inseguridad que desencadenan los ladrones
y malhechores.
Te
doy las gracias pues se que nunca me abandonarás, y a cambio te prometo
continuar con mi fe en ti, difundirla cuando me sea posible, e
incrementarla cada día.
Amén.
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