Me dirijo hacia ti Dios
celestial
con el corazón abierto
y todo mi amor,
para pedirte que me
brindes tu apoyo,
tu misericordia y tu
consuelo.
En estos momentos de
aflicción
que me han tocado vivir,
bríndame tu mano para
sentirme protegido.
para poder afrontar las
cargas que llevo encima,
que no me permiten
vivir tranquilo.
Bríndame la felicidad
que busco,
no me dejes seguir con
esta aflicción,
retira de mi toda desesperanza.
Dame la fuerza y la
valentía
para no flaquear en
esta lucha
ante estos problemas
que me tienen tan afligido,
en tus manos me pongo
mi señor.
Señor de todo lo
posible,
no me dejes caer nunca
más en la desesperanza,
no dejes que la aflicción
se apodere de mi,
retírala de mi vida.
Guíame y acompáñame como
siempre lo has hecho
mi buen dios, no me
dejes solo.
Amén.
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