Dios Padre, que llenas
de amor mi corazón,
te bendigo, te alabo y
te doy gracias
porque por amor nos
diste a Jesús.
Gracias por brindarnos
la luz del espíritu santo
que nos guía por el
camino de la esperanza,
y ha venido a nosotros
para brindarnos
cariño, amor, paz y
felicidad en abundancia.
Me presento ante ti con
el corazón triste,
para que con tus ojos
llenos de misericordia me mires,
tú que conoces las
heridas y su historia,
te pido que me brindes
consuelo.
Tú que conoces la razón
de mis tristezas,
mis errores y mis
pecados,
te pido que me ayudes a
superarlas
y borres todos los
complejos que tengo en mi vida.
Con el amor que nos
tienes como tus hijos,
derrama sobre nosotros
tranquilidad,
y con el calor de tus
manos,
sana nuestras heridas
del corazón.
Entra en mi corazón y
dale tu paz,
llénalo de amor y echa
fuera la tristeza
y los temores, te lo
pido mi amado Dios.
Dame un corazón
generoso, bondadoso,
un corazón nuevo del
que pueda brotar
el fruto de la alegría,
la paz y la armonía.
Haz que venga sobre él,
el espíritu de la bienaventuranza
para que pueda
disfrutar cada día
y pueda vivir sin
tristezas
junto a mis seres
queridos y las personas que me aman.
Te lo pido de todo
corazón,
por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén.
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