¡Oh, Divina Providencia! Concédeme tu clemencia,
Y tú infinita bondad. Tú eres toda mi esperanza y
eres el consuelo mío, en ti creo, en ti espero y en ti confío.
Tu Divina Providencia se extienda en cada momento,
Para que nunca nos falte casa, vestido y comida.
Divina Providencia, que riges los destinos del mundo,
sin cuya voluntad no se mueve la hoja de un árbol,
y cuya solicitud viste a los lirios del campo
y no desampara ni al más pequeño gusano.
Míranos con ojos de misericordia
y guárdanos siempre bajo tu paternal cuidado.
Te doy las gracias por otro día más de vida,
Gracias por que mi familia sigue unida y
Tenemos comida.
Apártanos del mal; defiéndenos en los peligros.
Protege nuestra honra, presérvanos del pecado.
Asístenos en toda hora, principalmente en el trance de la muerte:
Guíanos en la vida y más tarde recíbenos en la eternidad.
Te pedimos que concedas el Arrepentimiento a los que viven
en pecado por todos los que se encuentran agobiados por las
aflicciones haz que se sientan protegidos y consolados
por tú Providencia Divina.
Así sea.
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